La herencia social-cultural nos atraviesa por completo, lleva miles de años naturalizando el dolor y el sufrimiento de los cuerpos con útero frente a procesos fisiológicos totalmente naturales del organismo, entre ellos, el dolor menstrual.

Hay muchas causas posibles que se pueden abordar para disminuir el dolor y poder vivir de otro modo la ciclicidad.

Es necesario para ello, un abordaje integral que contemple todos los aspectos de nuestra vida, que nos lleve a una profunda reflexión sobre lo que significa el dolor y sobre todo que nos brinde la posibilidad de revertir la situación, siempre desde el respeto hacia el propio cuerpo, sus ritmos y sentires.

La propuesta está dirigida a personas menstruantes que estén vivenciando su fase menstrual con dolor, lo que se denomina dismenorrea primaria.

La salud o el equilibrio en los ciclos menstruales-ovulatorios tienen una profunda relación con la salud integral, es decir, que todo nuestro organismo está interrelacionado y coopera para un metabolismo en armonía.

El dolor menstrual, lejos de ser algo “natural” es un signo de que algo no está en equilibrio en nuestra salud y que debemos atender, ¿cómo? a través de hábitos cotidianos que apoyan a la autorregulación de nuestro organismo y por ende del ciclo menstrual-ovulatorio.

Entendemos al dolor como un “guardián” que nos avisa que hay algo en lo que debemos poner nuestra atención.

La intención del curso es que cada persona pueda tomar las herramientas compartidas y hacerlas propias, acompañandose así en un camino de autoconocimiento en el cual poder encontrar a su propio ritmo el modo de dejar de padecer sus fases menstruales e ir encontrando el equilibrio en su salud integral.