Quedarse atascada en la mente es bastante común; significa que tu energía está en el chakra (centro energético sutil) del entrecejo, llamado Ajña. Es algo que les sucede a las personas perfeccionistas… Aunque parezca contrario a esto, muchas personas no accionan por miedo a que les salga mal. Es amor a la perfección, patas para arriba.
La inercia es la energía del chakra Muladhara, el del sacro, que puede tener dos aspectos energéticos: la de la inercia, o la del interés por la vida.
Conectar con la energía femenina es dejar de darnos con un caño. Activar y salir de la inercia es algo que se da solo, cuando la energía sube. No puede forzarse el interés. Al estar en la energía masculina, pensar que lo que siento o pienso “no está bien” o “debería ser de otra forma”, pensar “debería estar activa, debería hacer yoga, debería… debería…” es llamar a la disciplina, a Shiva. Y la energía femenina es Shakti, es emocional, es agua, fluye, fluctúa, ama así, cambia.
Observar lo que nos sucede adentro, sin juzgarlo. Mimarnos, darnos un baño de inmersión, danzar, cocinar, hacer Pooja (ofrecer a tus maestros o maestras flores, sándalo, agua, lo que sientas, como una ofrenda, y entregarse). Hacer el amor, hacer música, no hacer nada. Conectar con lo íntimo, con el vacío. La vagancia y el atasco en la mente es el preludio de algo más profundo: generalmente implica no querer ver lo que te pasa detrás de toda esa confusión. Conectar ello es conectar con tu vulnerabilidad, y eso, no es lo que nos sale más fácil… Ser vulnerable permite amar, y eso da miedo. Ser vulnerable permite sentir dolor, la herida, y eso también da miedo.
Vivimos en un mundo masculino, y eso significa que respondemos a estos valores como los correctos; respondemos ante la energía de Shiva. No es que esto esté bien o mal; simplemente es igual de importante conectar con Shakti, con la energía femenina, con nuestra madre interior, para poder nutrirnos y sanarnos.
Pisar la tierra descalza, acostarse a mirar al cielo y a los pájaros o a los gusanos en el barro. O lo que para vos signifique la naturaleza. La tierra es nuestra propia naturaleza y nos completa. No hay nada que hacer, nada que cambiar. Dejarlo ser, conectar con Vissudha Chakra (garganta) y cantar, expresar todo sin juzgar si es hermoso u horrible. Conectar con Anahata Chakra (corazón) y sentir; abrir el pecho, respirar por la boca.
Por otro lado, recordar que sentirnos como la mierda quizás tenga que ver con que la mierda es abono y nutre: es probable que necesitemos esa nutrición y por eso la Divinidad nos la esté brindando, pero es necesario saber reconocerla y no querer cambiarla o rechazarla, por más conceptos que tengamos de cómo “deberían” ser las cosas para nosotras.
Invitemos a nuestra sabiduría a que nos habite… Y preparémonos para escucharla 🙂
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