Generalmente se habla de la fertilidad como capacidad reproductiva. Pero como ya te imaginarás, vengo a contarte que es mucho más que eso. Lo fértil suele relacionarse con lo productivo, pero la fertilidad verdaderamente es posibilidad, es potencialidad. Un espacio fértil no es el que ya ha producido mucho, sino aquel que tiene la capacidad nutritiva y regenerativa de dar frutos. Para que un espacio sea fértil, necesita tener las condiciones.
Los seres humanos somos fértiles en tantos sentidos. El sentido biológico, la capacidad de crear otros seres humanos a través nuestro, es uno de ellos, pero no el único. Y como no es el único, todos esos sentidos fértiles están interrelacionados, como un rizoma. Como todo en la naturaleza, la fertilidad también tiene ciclos. Y no me refiero a “los ciclos de la vida reproductiva” ni a “el reloj biológico”, para nada. Me refiero a los ciclos únicos e irreproducibles de cada persona, de cada psique, de cada cuerpo, de regenerarse y nutrirse, y luego dar frutos. Y, como todo en la naturaleza, si no están dadas todas las condiciones… Esa producción, que es inmanente al sentido de la vida y que como seres humanos hemos aprendido a usar, puede ser poca, o no suceder.
A nadie se le ocurre sembrar flores en un campo desierto: sabe que no brotarán. Nuestros cuerpos pueden ser campos desiertos si estrujamos y extraemos toda nuestra fertilidad, nuestra potencialidad de ser, hacer, expandir, sentir y crear, a través del trabajo y del estrés. La vida actual como la llevamos, no propicia la fertilidad, sino todo lo contrario. Lo fértil es también cíclico, lo fértil entiende del continuum de la vida, de los tiempos de nutrición y regeneración necesarios para poder continuar el ciclo, volver a brotar los pétalos al sol, volverse fruto, nutrir a otrxs, nutrir la tierra con los frutos maduros.
Lo fértil comprende la diversidad, en el sentido de “entenderla” y en el sentido de que es parte de. Nadie le pide a un ceibo que crezca y de sombra en los mismos tiempos que podemos ver brotar una remolacha. Así somos también los seres humanos y sería hermoso no dejarnos homogeneizar por mandatos o ideas sociales y culturales. Resistir definitivamente es complejo, pero necesario.
La fertilidad es parte de la sexualidad, en todos los sentidos, diría yo. En relación al sentido reproductivo podría decir que es necesario un proceso sexual para poder concebir. Y no me refiero a que si no hay coito no hay concepción, para nada, sería muy reduccionista y por supuesto sabemos que hoy en día hay tecnología que acompaña estos procesos y ayuda a lograrlos más allá de las condiciones o condicionantes. Me refiero al profundo proceso sexual que atravesamos los seres humanos al desear co-crear a otro ser humano. ¡Eso sí que es un tremendo proceso sexual! El deseo. Ser movidxs por el deseo…
Lamentablemente hemos aprendido a descuidarnos en el proceso de ser movidxs por el deseo… el amor disney, las carencias afectivas, las heridas emocionales, la codependencia, las historias faltas de apego seguro… y la lista sigue. Así también solemos encarar un proceso de búsqueda de un hijx: no teniendo idea de que necesitamos cuidarnos, nutrirnos y depurarnos primero, para crear salud en nuestro cuerpo y crear salud desde el minuto cero en la vida de nuestrx futurx hijx. En las culturas ancestrales, aquellas a las que la globalización todavía no ha percudido su herencia cultural, esto es de sabiduría popular. Ojalá tuviéramos más conexión con nuestras propias raíces y su legado para poder conectar más temprano que tarde con estos saberes. Nos toca reconstruir esos conocimientos y redes. Pero contrario a esto, lo que viene dándose a nivel social es la alienación de cada núcleo familiar y la individualización de los procesos: cada unx en su casa, sin tejido comunitario, sin herramientas, con dudas, miedos, inseguridades… y las únicas respuestas avaladas viniendo de la ciencia médica especializada, que pueden llegar a ser muy útiles por supuesto, pero que definitivamente no son suficientes porque no crean un tejido de sostén emocional ni brindan herramientas y conocimiento para la autogestión de los procesos o momentos que sí pueden ser autogestionados.
Para crear salud es necesario recuperar el tejido de la fertilidad: recuperar conocimientos, conocer en qué sentidos y ámbitos podemos ser autogestivxs, conocer las herramientas disponibles si quisiéramos gestionarnos de esa manera, recuperar agencia sobre la propia corporalidad, sexualidad y fertilidad. Todas estas posibilidades ya existen: sólo falta que des un paso hacia ellas y tomes el coraje de acercarte.
Prontito estaremos dando un curso sobre una herramienta alucinante para recuperar autonomía en el procesos de búsqueda de un hijx, con un abordaje totalmente integral: el método sintotérmico para la fertilidad.
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