Si los feminismos seguimos pensando al útero en tanto reproducción, no estamos haciendo más que perpetuar el relato patriarcal. El útero, así como el clítoris, es un órgano que se mueve por y para el #placer, y esto va mucho más allá de cómo unx autoperciba su género. Que muchos feminismos no tengan pálida idea de esto y, desde la ignorancia, nieguen los cuerpos y sus potencialidades, habla de que seguimos totalmente atravesadxs por los mandamientos normativos y que seguimos vinculandonos desde la agresividad e ignorancia en relación a nuestras posibles sexualidades.

La función reproductiva del útero es sólo 1 de 4 funciones que este órgano tiene. El útero también cumple funciones regenerativas, entre otras.

Seguir castrando al útero (psicológica o literalmente) no hace más que continuar castrando nuestra potencialidad humana y siendo beneficiario de un sistema represivo.

Los determinismos tanto biológicos como antropológicos castran vivencias y realidades diversas.

¿Seguiremos castrandonos por determinismos intelectuales o comenzaremos a expandir la potencialidad de la vida y del placer?

Arte: Jacqueline Secor